Hoy me he sentado delante del ordenador con una idea clara: “venga, arranco el blog”. Abro el documento en blanco, pongo las manos en el teclado y… nada. Cero. ¿Por dónde empiezo? Ni idea.
Lo normal sería ponerme en plan profesional serio, hacer un listado de tendencias, sacar datos, hablar de estrategias como si tuviera un plan perfectamente trazado. Pero no nos engañemos: no lo tengo.
La verdad es que estoy igual que muchos: intentando enterarme de qué demonios está pasando con la IA, cómo aplicarla a mi trabajo sin perder la cabeza, y sobre todo, sin sentir que voy tres pasos por detrás de todo el mundo. Así que he decidido empezar por lo más básico: contar lo que me voy encontrando en mi día a día.
¿Que un día me atasco con una herramienta? Pues hablo de eso.
¿Que descubro un truco que me ahorra media hora? Lo comparto.
¿Que la IA me da una respuesta absurda y me dan ganas de apagar el ordenador? Pues también.
Y luego está el otro “pequeño detalle”: para cada cosa que quiero hacer con IA hay mil aplicaciones distintas. ¿Cuál elegir? La mitad son de pago, y ojo, no es que me dé pereza invertir, pero a veces lo único que quiero es probar. Y claro, probar significa registrarte, dejar tu correo, y abrir la puerta al spam eterno.
De hecho, mientras escribo esto estaba pensando en el coñazo que supone ir creando cuentas en todas esas webs que probablemente solo voy a usar una vez en la vida. Así que aquí va mi primer consejo práctico (y un poco de supervivencia digital): créate un correo de pruebas para estas cosas. Así te registras sin miedo, pruebas lo que te dé la gana y tu bandeja principal sigue limpia.
Consejo random del día: créate un correo de pruebas solo para registrarte en herramientas que probablemente uses una vez y olvides. Así pruebas sin miedo y tu bandeja principal no se convierte en un vertedero de spam.
No va a haber un camino épico ni un manual de éxito en tres pasos. Será más bien un “vamos viendo”. Y si tú también estás en ese punto de no saber muy bien por dónde empezar… tranquilo/a: no eres el único.